Luego de la victoria electoral en noviembre de 2024, el Frente Amplio (FA) inició esta semana un proceso de discusión interna para elaborar un plan de acción política de cara a 2025 y 2026, año en el que culmina la actual presidencia encabezada por Fernando Pereira. En paralelo a este proceso, y si bien el presidente frenteamplista no quiere ir “más rápido” que los hechos, ya varios sectores importantes dentro del FA lo respaldan en caso de que quiera buscar la reelección y comienzan a dialogar con otros en busca del “consenso”.
Pereira presentó el documento el lunes en la Mesa Política, y el texto, de diez páginas, ya está bajando por “toda la estructura” con el objetivo de que sea “enriquecido” y aprobado en un plenario el 2 de agosto, dijo a la diaria el presidente del FA. Sostiene que el plan “condensa” lo que el FA atravesó en estos cuatro años de su gestión y establece acciones para 2025 y 2026, “intentando dejar trazos” para la próxima presidencia.
El plan parte de un diagnóstico a nivel internacional, caracterizado por el “surgimiento de nuevas derechas” y “movimientos conservadores” que “atacan las conquistas sociales y la institucionalidad democrática”.
En el ámbito nacional, el documento valora “profundamente” los “enormes cambios positivos” que se dieron durante los 15 años en los que el FA fue gobierno, especialmente por la “mejora en la calidad de vida de la población” y la “potente agenda de derechos que amplió libertades”.
Sin embargo, coloca una visión autocrítica: hubo “dificultades” para “generar debates en el seno de la sociedad”. “Estos retrasos en la disputa por la hegemonía cultural supusieron retrocesos importantes en algunos temas. El proceso político de cambios no estuvo lo suficientemente acompañado de una tarea de generación de conciencia política y clarificación ante las principales medidas gubernamentales”, escribe.
Paralelamente a esas críticas propias, también se cuestiona al gobierno de Luis Lacalle Pou: “Inició un proceso que pretendió no solamente desplazar al FA del gobierno, [sino que] se propuso, al mismo tiempo, borrar al FA electoralmente y desmovilizar al campo popular”. Sin embargo, se apunta, la campaña en contra de la ley de urgente consideración le permitió al FA “iniciar en la práctica la autocrítica” y desarrollar un debate interno que llevó al partido al plan de acción para el período 2022-2024. Eso hizo que el FA comenzara a “recomponer vínculos” con el bloque político y social, parte de los “elementos principales” para alcanzar la victoria en noviembre.
La “nueva configuración política” es una dificultad para el FA
Pereira marca en el documento que el nuevo gobierno del FA tiene una “oportunidad para avanzar en un país de largo alcance”, pero tendrá dificultades, como la “nueva configuración política”, en la que el Poder Ejecutivo no cuenta con mayorías parlamentarias.
Sobre esto, el documento hace hincapié en la necesidad de acompañar las medidas del gobierno y explicarlas. Pereira le dijo a la diaria que “alguien se tiene que responsabilizar” si el FA busca “hacer cosas que van a favor de la gente” pero no se “logra avanzar” porque hay un “trancazo” en el Parlamento.
En ese escenario es que el FA debe abordar un “proceso de fortalecimiento” que le permita “ensanchar los acuerdos sociales” en torno al programa de gobierno. Para eso, se buscará continuar con la descentralización de la fuerza política en todo el país, reforzando la coordinación del partido a nivel nacional y reeditando “El FA te escucha”. A su vez, y porque el rol del partido “no se agota en el vínculo con el gobierno”, Pereira señala que el FA debe iniciar un “estudio y debate” sobre el partido que es y el que se “necesita ser” que “no se agote en cinco años”. Es fundamental, dice, el intercambio regional e internacional, “revitalizar” la militancia, dinamizar los comités de base y otros espacios orgánicos.
“Para esto es necesario construir una percepción compartida sobre la situación actual y una estrategia de largo plazo que ponga en valor la política y a las fuerzas progresistas. Es necesario quebrar el descreimiento y la instalación por parte de las derechas de la idea de que somos todos iguales”, escribe.
“Actualizar y optimizar” la identidad del FA
Estas líneas generales se estructuran en tres aspectos, que son los organizativos, financieros y comunicativos. En el primero, por ejemplo, plantea la necesidad de lograr “reuniones mucho más efectivas” de todos los organismos y avanzar en la presencia frenteamplista en “todos los territorios”: “Sigue habiendo localidades y barrios en casi todas las ciudades sin organización frenteamplista”, analiza.
Sobre las finanzas, el plan asegura que están “saneadas”. También se señala que los aportes de los cargos de gobierno son “fundamentales”, pero “no pueden ser la única fuente de financiamiento”: “Necesitamos llegar más fuertes a la próxima contienda electoral contra una derecha que tendrá todo el poderío económico, político y mediático”.
Por otra parte, se enfatiza en que la comunicación es una parte “central” del plan y que las decisiones en esa área deben ser “políticas”. “No esperaremos el comienzo de un nuevo ciclo electoral para invertir y ordenar la comunicación. Así como la acción política es permanente, la comunicación también lo es”, apunta, y plantea una serie de acciones como dotar de estructura en comunicación a cada departamental o coordinadora, elaboración de planes comunicativos en cada organismo y “actualizar y optimizar” la identidad del FA.
El plan, que deberá ser aprobado el 2 de agosto, comenzará a aplicarse hacia finales de ese mes, el Día del Comité de Base, el 25. Allí se iniciará una gira nacional “reeditando” “El FA te escucha”. También se marcan algunos hitos en los que el FA deberá ser un actor clave, como en el debate por el Presupuesto y el diálogo por la seguridad social.
MPP y el seregnismo respaldarán posible reelección de Pereira
Este proceso de discusión de cara a 2026 finalizará con un Congreso Nacional a mitad de año en el que se aprobarán las candidaturas para las elecciones del FA. Para Pereira “no hay que ir más rápido” que los hechos, pero lo cierto es que su trabajo en la presidencia frenteamplista es bien evaluado y algunos actores de la izquierda lo consideran el “artífice” de la victoria electoral.
Si bien la elección aún está lejana, algunos sectores ya comienzan a negociar quiénes serán los candidatos. De hecho, el propio Pereira ha dicho en algunas entrevistas que si recibía un apoyo de “consenso”, se presentaría. “Sí, si hay apoyo, sí. Por ahora veo que hay. El FA tiene que apoyar el proyecto que estoy presentando, que es colectivo, tiene que comprometerse con toda esta gestión y, si eso fuera así, yo también estoy”, le dijo a la diaria a mediados de mayo.
El Movimiento de Participación Popular (MPP), el mayor sector en la interna frenteamplista, se inclina a apoyar a Pereira y ya lo promueve en negociaciones dentro del FA. “Bajo la presidencia de Pereira, el FA volvió a ser un actor social relevante”, le dijo a la diaria el dirigente Charles Carrera, quien también apuntó que el presidente es “necesario” para pensar el rol del FA en el gobierno actual. “Tiene la capacidad [de liderar] y hay que lograr un gran consenso”, señaló.
Por su lado, la senadora Liliam Kechichian le dijo también a este medio que Fuerza Renovadora y Seregnistas aún no tomaron una postura oficial, pero “sí hay un amplísimo consenso” de que se acompañará la reelección de Pereira. Desde el Partido Socialista aseguraron a la diaria que discutirán este punto una vez que se elijan sus nuevas autoridades nacionales en setiembre, y desde el Partido Comunista se aseguró que aún no se discutió este tema.
la diaria también intentó conocer la postura de la Vertiente Artiguista, sector al que pertenece Pereira, pero no obtuvo respuesta. Hace algunas semanas, Búsqueda informó que en este sector se evaluaba si se impulsaba la candidatura de Pereira nuevamente o si se reservaban la acumulación política del expresidente del PIT-CNT para el próximo proceso electoral.