Mientras el presidente estadounidense, Donald Trump, anunció una supuesta tregua en la Franja de Gaza, los bombardeos israelíes sobre el enclave palestino se intensificaron dramáticamente en los últimos dos días.

Funcionarios locales informaron que al menos 111 personas murieron este miércoles como consecuencia de ataques israelíes, cifra apenas mayor que la del martes, cuando se reportaron 109 asesinatos, algunos de ellos perpetrados contra personas que estaban esperando para recibir ayuda humanitaria.

Además, desde poblados israelíes cercanos a la frontera con Gaza se pudieron oír en las últimas horas violentas explosiones de edificios que todavía seguían en pie en el territorio, que está casi completamente destruido.

En medio de la desolación, el martes por la noche Trump anunció que Israel había accedido a un alto el fuego por 60 días en Gaza y urgió a Hamas a aceptar. Este miércoles, medios árabes e israelíes informaron que la organización islamista palestina estaba analizando la propuesta, que no contemplaba un alto el fuego definitivo, que es lo que pretende Hamas.

Según informó The New York Times con base en testimonios de funcionarios cercanos a las negociaciones, que hablaron bajo condición de anonimato, la propuesta implicaría que el grupo palestino liberara a diez de los rehenes vivos restantes y devolviera los 18 cuerpos que tiene en su poder en cinco etapas durante un período de 60 días.

Citando a funcionarios israelíes y palestinos informados sobre la evolución del acuerdo, el diario neoyorquino destacó que lo planteado marca un cambio significativo con respecto a una propuesta estadounidense anterior, de mayo, que exigía la liberación de todos los rehenes en los primeros siete días del alto el fuego. Sin embargo, este miércoles, en un evento público, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, obvió hablar de tregua y remarcó que Hamas dejará de existir tras la guerra en la Franja de Gaza.

“Hamas dejará de existir; los destruiremos por completo. Liberaremos a todos los rehenes y destruiremos a Hamas. Contrariamente a lo que se dice, estos objetivos no son contradictorios”, afirmó el mandatario, de cuyos dichos se desprende que un alto el fuego no parece cercano, y mucho menos el final de la ofensiva sobre el territorio palestino.

Si bien las masacres cotidianas, el hambre y una tragedia humanitaria que no parece tener límite marcan la realidad de Gaza, la situación también se está tornando cada vez más grave en Cisjordania, el territorio más grande de Palestina, que está bajo el gobierno de la Autoridad Nacional.

En el marco de los avances cada vez más agresivos de los colonos judíos que todos los días, en muchos casos con el respaldo de las fuerzas de seguridad israelíes, asolan pueblos, asesinan personas y animales y destruyen casas y plantaciones, ministros y parlamentarios del Likud, el partido de Netanyahu, le piden al mandatario que anexione Cisjordania antes de fin de mes.

En una carta consignada por medios israelíes, firmada por 15 integrantes de alto rango del Likud, el partido que está actualmente en el gobierno, así como por el presidente del Parlamento, Amir Ohana, los legisladores escribieron que “después de los logros históricos del Estado de Israel frente al eje del mal de Irán y sus simpatizantes, la tarea debe completarse y la amenaza existencial desde dentro debe ser eliminada para evitar otra masacre en el corazón del país”.

La propuesta motivó el rechazo de varios países árabes que se expresaron al respecto, entre ellos, Egipto, Jordania, Qatar y Arabia Saudita.

En el territorio de Cisjordania, que es gobernado por el Ejecutivo palestino que cuenta con reconocimiento internacional que preside Mahmud Abbas, el trabajo de las autoridades desde hace meses consiste en contener la enorme presión que se está gestando, para no hacerles el juego a los colonos más extremistas. Claro está que esta posición del gobierno de Abbas lo presenta como débil, incluso como conciliador con Israel, lo que lo hace objeto de fuertes rechazos en la interna palestina.